Los negocios sustentan su competitividad en los procesos operativos y estratégicos soportados por una infraestructura tecnológica que se alinea a las exigencias de los tiempos que corren.
La productividad, el time-to-market, la calidad de servicio, la eficiencia operativa son algunos de los factores diferenciadores que los clientes piden y las empresas pueden alcanzar pensando un diseño tecnológico inteligente.
Los procesos de negocios no pueden detenerse ni interrumpirse. Sino la competencia podría tomar ese espacio cedido. La infraestructura y la información, como pilares fundamentales de estos procesos, debe permitir un continuo flujo ininterrumpido, con altos niveles de calidad y disponibilidad.
Es clave considerar un centro de cómputos alineado a las exigencias del negocio. Un equipo comercial y estratégico de primer nivel, si como tal se considera eficiente y